El Buen vivir lo llamamos Vida Plena

Relatos de la diáspora negra desde el Patía

 

El Patía es un orgullo de los negros, porque los primeros negros lucharon y del Patía han salido todos los aprendizaje a muchos lugares y gente, porque los negros patianos han sido los del baile, médicos, brujos, poetas salieron del Patía. Por eso el territorio debe regresar al patiano, para que nuestros nietos lo disfruten porque nosotros ya no lo veremos y el que tenga algún conocimiento no se lo lleve que se lo enseñe a otro y que quede un orgullo con los recientes, aunque todo no se puede enseñar; porque los secretos son secretos. Pero los saberes se pueden trasmitir así sea a un blanco, y es mucho mejor, porque ahí viene el orgullo de que un negro le enseñe al que se ha sentido más lujoso. Las mujeres jóvenes están aprendiendo y en la parte plana no les enseñan mucho de lo que sabemos las viejas.[1]

En el Estrecho hicimos una reunión en 1995; van a venir aquí, va a venir un batallón no pa’ cuidar a los negros, está el batallón en El Estrecho anunciando que van a retomar el proyecto. Van a venir en pro de la consecución de la represa y de algunos minerales que se dan en la zona, van a traer un batallón y partirán a los negros, ya está el batallón en El Estrecho y no solamente vienen por eso, vienen por la mina más grande que tiene el Patía: que es la mina de Hierro, y se cree que en algunas partes ya hay personal de gobierno detrás de una mina de diamante que salió por ahí.

Nuestra espiritualidad hace parte del conocimiento ancestral de la medicina africana. Para alguna curación o un aprendizaje vamos al río a consultar con el río, con el agua, con algún árbol, con la arena o con las piedras. Cuando hay un dolor muy fuerte se le quita a uno abrazando el árbol y cuando se agarran las plantas hay que pedirles permiso.

El río Patía vierte sus aguas al océano Pacifico; enmarca sus gentes, su cultura, su idiosincrasia y todo aquello que tiene que ver con el ser humano que habitó esta tierra, su lengua, su formación, su inmigración, de dónde vinieron. En nuestro territorio compartimos una cultura, se comparte unas costumbres unos valores, creencia, rezos, comidas, bosques, fauna y minerales. Pero, lo más importante son los valores que la gente tiene intrínsecos y que en cualquier momento pueden brotar, pues el patiano se ha caracterizado por ser persona que en cualquier parte donde le toque defenderse puede de buena manera entenderse con otras; aunque, también, lo que no nos gusta lo decimos al instante porque somos de esa sangre caliente.

Ese territorio lo estamos reclamando todavía; esas tierras se las llevaron unas gentes que no eran merecedoras y no son merecedoras porque hay todavía escrituras autenticadas y protocolizadas en Popayán y Almaguer, ahí están las escrituras bien hechas y lo raro era que no sabían leer ni escribir en ese tiempo. Actualmente, nos han hecho perder nuestro territorio porque han entrado gentes extrañas que nos han quitado los derechos, los derechos de tierra y otros hasta el dialecto que debíamos tener nosotros como japos.

Desconocemos que después de 1852, cuando quedó libre el negro, los esclavistas los tiraron a la calle y aquí en el Patía fue donde hubo más esclavos, porque habían minas había de todo, tierra productiva, ganado, agricultura, pesca; porque el rio Patía tenía pescado hasta malo. Entonces esa gente se desplazó por violencia que le formaron a ellos y no fue vendida la tierra, sino quitada a la brava; y, actualmente los mismos esclavistas son los que están manejando el país y ojala si nosotros nos unimos como Afros, algún día podemos quitarle el trono como se los quitaron en Estados Unidos.[2]

Nuestros conocimientos hacen parte de la defensa de las comunidades; por ejemplo, nuestros ancestros cuando los negros africanos defendieron el territorio y derrotaron de aquí a los españoles la tierra quedó para los negros; pero, luego el hombre blanco se logró unas estrategias para sacar al negro de aquí: como usar el pica pica y llevaban al negro a trabajar, el negro desesperado a las 5:00 pm. le tocaba tirarse al río; sin embargo hubo defensas como la brujería que es una cultura que nació con nosotros.

El hombre mestizo, porque aquí no hay blanco, sembró cantidad de estrategias como decir que el negro tiene la muela roma de comer ganado robado y se venían al bordo llevando la tulavita o tenencia, y con un informe de un hacendado de estos mandaban al negro a la cárcel. Unos se iban hasta las colonias de Aracua, la Gorgona, a otros les costaba la muerte otros vendían por lo que podían y se iban al Valle; y como para regresar les tocaba a pie, pues no volvían: esa fue la forma de despojo de la tierra, porque el hermano mestizo nos despojó con estrategia y con el cuento que éramos ladrones, pues todo el mundo no era ladrón.

Casualmente el robo de ganado al hombre blanco comenzó por venganza, por todo lo que habían hecho con nosotros.[3] Nosotros somos hijos legítimos de una comunidad negra del Patía, porque hay tres clases de hijos: hijo natural, legítimo y adoptivo, entonces para mi territorio es donde me crié y me eduqué.

El territorio es donde nacemos y ser patianos es algo muy grande, porque significa donde nacimos y conocemos los valores e investigando a nuestros ancestros, así nos guiamos por unos valores y una cultura. Ese sentimiento de generosidad y ayuda no se ha perdido y se ha trasmitido de generación en generación, es una reafirmación de la identidad que en donde se reconocerá.

La espiritualidad no está ligada tanto a la institucionalidad religiosa. Acá todavía se mantienen muchas de las celebraciones que las han acomodado a la celebración de los españoles

La religiosidad ha sido parte de nuestra pervivencia como pueblos, nosotros tenemos nuestra misa negra que es muy propia de la cultura africana metida ahí en la religión. Cabe resaltar que muchas de las fiestas patronales del San Juan y la Fiesta de la Cruz son fiestas españolas, la iglesia tomo estas festividades como medio de someter a los negros, pues quienes fueron las personas más esclavistas en América, eran sacerdotes porque estos engañaban con la mentira del espejo al hacerles creer que eran dioses al permitirles verse a través del espejo. Acá todavía se mantiene muchas de las celebraciones que la han acomodado a la celebración de los españoles. Los negros celebraban incluso cuando moría un miembro de su tribu. También nuestras tradiciones las han tomado los cristianos. Eso es de parte y parte.

Con los estudiantes les ponemos como ejemplo la comunidad del Tuno que nos lleva años luz en la organización. En el día de la cruz anteriormente nuestros antepasado hacían una crucecita en las casas y a esa crucecita le ponían de lo que hubiera: arroz, lenteja, azúcar etc. y el día de la cruz rezaban mil veces el señor Jesús, Jesús, Jesús, Jesús, Jesús (apártate de mí satanás que de mi parte no tendrás, porque el día de la Santa Cruz yo diré mil veces Jesús) y eso lo hacían creyendo que no faltaría la comida, esto es algo espiritual pero también es cultural.

Nosotros adorábamos a la cruz, San Antonio y a San Juan, el 20 de julio cuando celebrábamos a San Juan el menos negro tenía su caballito y salía a las festividades; San Antonio también lo celebramos comiendo pan y café toda la noche; de igual manera pasaba con la cruz, aquí celebrábamos la resurrección de los muertos y el perdón de los pecados. Ahora, en el día de la Cruz nos reunimos para compartir. Cada quien lleva su aporte para compartir, esta tradición la hacían los africanos y compartían en sus parcelas. Cuando el varón empieza a ser hombre hacemos una fiesta, se celebraba que ha llegado un hombre más a la familia; cuando es una mujer, también.

Cuando las personas no querían entregar lo perdido le chuzaban los ojos ¿A quién? A San Antonio, entonces quedan ciegos así las personas que habían robado. “Yo a los ciegos por San Antonio los curo, he curado ya a muchos porque eso tiene cura, pero los que quedan con los ojos abiertos. Vea: un señor de Galindes me dijo: don Ítalo, yo llego a la casa y veo a mis muchachos con la boca rucia del hambre, así me vi en la obligación de robarme unas cosas para darle de comer a mis hijos; pero me hicieron un trabajo y quede así: ciego y con los ojos abiertos. Yo le dije: lo voy a curar y no le cobro un solo peso.[4]

El Cerro de Manzanillo es natural y además muy estratégico; está en todo el centro del Valle, ese cerro sirvió dentro de la parte mitológica; pero, también es real de lo que hemos leído para hacer pacto con el diablo, tiene que ser en espacios muy apartados, solos. El cerro tenía vegetación, agua y unos sitios que ahí se veía como una laguna, y hay sitios que son muy estratégicos o muy escondidos y el cerro tiene su misterio. Nosotros hemos estado allá, por ejemplo en Semana Santa, la grabadora deja de funcionar, la cámara fotográfica parece que estuviera tomando fotos y no salen las fotos. Tiene su encanto, hay personas que han ido a acampar y dicen: a ese cerro no vuelvo más en Semana Santa.

Al pie del cerro hay una laguna que no se seca, se llama la laguna de Manzanillo, con veranos fuertes que ha habido y la laguna que nunca se seca y es uno de las fuentes de agua más grandes y uno dice: cómo se alimenta, y no ve uno ahí por dónde, no tiene nada o bosque, es una laguna grande.

Tiene su encanto, su misterio, por eso la gente la respeta. La laguna tiene hojas secas muy grandes y eso hace que el agua no se evapore, se dice que la laguna fue creada por los negros, cuando huyeron de las minas empezaron a recorrer todo el Valle del Patía y fueron a la cima para saber si de allá podían ver a su natal Nigeria o Nairobi y al no verla lloraron tanto que formaron una laguna.

Nuestra espiritualidad hace parte del conocimiento ancestral de la medicina africana

Para alguna curación o un aprendizaje, vamos al río a consultar con el río, con el agua, con algún árbol, con la arena o con las piedras. Cuando hay un dolor muy fuerte se le quita a uno abrazando el árbol y cuando se agarran las plantas hay que pedirles permiso.[5]

La enfermedad para los negros está en lo que tiene que ver con carencia de energía, espiritualidad, delgado estado físico; y estar sano es la abundancia de energía, espiritualidad, valores.

Cuando una persona sufre de todas estas cosas y se hace la limpia espiritual, lo primero que la persona recibe es la tranquilidad. Cuando hay un enfermo en la casa toda la familia se enferma y la familia de nosotros consideramos que son todos los parientes, amigos, toda la comunidad patiana, uno va y les pregunta qué tiene y empieza a darles solución con la medicina tradicional: todo esto relaciona la enfermedad con la tradición patiana.

Para el negro la carencia de la energía para hacer las cosas no está asociada al dolor físico, ni siquiera al dolor moral; es esa carencia de la energía física, intelectual, moral, psicológica, ahí está asociada la enfermedad; porque un estado, ya sea de ánimo, físico o espiritual es una enfermedad: la ausencia del bienestar físico o espiritual. Pero estar sano es despojarse y vivir plenamente la vida (echar de mis dolores el miedo, el desánimo, el complejo, la estancia y todas esas cosas que la sociedad determina).

El “churo cósmico” es una espiral que va desde afuera hacia dentro, pero se devuelve; la parte del plan de vida empieza ahí en la espiritualidad afrodescendiente. Pero el problema de la espiritualidad afro es que estamos permeados por lo indígena, lo español y lo africano. De todas maneras sobresale mucho lo africano que retoma lo que la naturaleza le ha proporcionado, y eso ya es propio.

Los patianos somos muy enamorados y esto también tiene su ciencia

Las leyendas dicen que los tres de luna, no solo es bueno para capar novillos y sembrar, también para enamorar. El embarazo de un hijo varón se recibe después de la creciente al terminar menguante, cuando la luna va a cambiar usted tendrá varón, en menguante o cinco de luna; si lo engendran en el creciente de luna todas serán mujeres. Antes teníamos el libro del secreto de la naturaleza que le daba las pautas al hombre y la mujer para la vida, describía a la persona según su risa, su perfil de la cara, describía el temperamento del hombre. La luna está relacionada con el crecimiento de plantas, animales y gente; por ejemplo, si se siembra el frutal en menguante este crece poco, pero da mucha fruta; para los niños la luna le desarrolla contactos mentales.

La mayoría de estos conocimientos llegaron del África y de esto se valió el negro africano y los enriqueció aquí; la gente dice que son mitos y leyendas que se han venido perdiendo, se han ido muriendo con las personas. Pero, por ejemplo, el manejo del ojo, el espanto y el cuajo se han trasmitido de generación en generación y se han fortalecido aquí con el tiempo.

Aquí los embrujos son soplados con pimienta de Jamaica o pelusa voladora, antes cuando sonaba la tambora lo soplaban y el hombre caía gracias a que no había luz eléctrica; porque la energía atrapa la pimienta y la pelusa. Aquí el tiro fuerte era el soplo y yo puedo garantizar la cura de cualquier enfermedad, hasta el cáncer, si no está hinchado. Desde el 2005 venimos mirando el tema de recuperación de tierras, de proyectos productivos, el tema de protección de algunas micro cuencas; donde más se ha visto así, ha sido el tema de tierras de educación y de salud.

Logramos que en el hospital existan médicos tradicionales y médicos occidentales. Desgraciadamente algunos negros se prestan para el manejo político. Desde que estaba Ospina empezamos a trabajar en esa idea de salud, mucho antes de él. Hay muchos negros que se dedicaron al tema de la IPS afro y se olvidaron que no era crear una IPS, sino un sistema de salud.

Algunos negros se olvidaron de la idea inicial y se dedicaron a la IPS afro. Y ahí pues perdimos. Pero más sin embargo, le seguimos trabajando al tema; incluso hay algunos médicos amigos que trabajan en los dos sistemas: en la medicina tradicional y en la medicina de occidente.

El hombre ha utilizado la fauna y la flora para hacer cosas benignas; pero, también, cosas malignas

La historia cuenta de patianos que han hecho pacto con el diablo, así hubo un señor que se fue a baquear, él iba a caballo y el diablo en una canoa y así lo acompañaba. Los personajes denominados “ejército del diablo”: el duende, el guando, la patasola, la viuda, la candileja son quienes han protegido los bosques y los ríos. La patasola es un árbol conocido en la montaña silvestre, el que tenga el valor de ir a la montaña a conocer el palo de la patasola puede ir pero preparado: él es bravo, ventea, sacude, da escalofrío, engranuja, este es un árbol por eso es que tiene una sola pata. La madre monte es una forma de proteger el monte, los africanos hacían las tumbas con una vara larga, simbolizando que el espíritu vuelve a la tierra; en agosto acostumbraban a decir: hay que amarrar las casas, porque viene el viento; lo que demostraba el respeto por la naturaleza.

Todo esto define la relación del hombre patiano con la naturaleza, los saberes, los teneres, los sabores; por ejemplo, cuando hay un dolor muy fuerte le quita a uno abrazando el árbol, cuando se agarran las plantas hay que pedirles permiso.

Yo me acuerdo que mis antepasados utilizaban sus saberes y los aplicaban a la educación y a la siembra; por ejemplo, las cabañuelas eran precisas y servían para conocer los estados del tiempo y aprovechar las épocas de siembra y de cosecha y todo era respetado, especialmente, la naturaleza.

En las fincas de nuestros padres habían vertientes de agua, hoy en día no encontramos absolutamente nada, porque el mismo hombre a irrespetado la naturaleza y el daño que le han hecho a esta veremos en el presente futuro si lo vamos aguantar: el calor ya es inaguantable, no hay agua, la naturaleza nos llama a que debemos volver a reforestar los árboles, cultivar las vertientes de agua, la necesidad nos exige volver en armonía con ella.

En esas tierras murieron muchos esclavos, algunos de ellos trabajaron fuertemente. Después de 1982 sacaron mucho oro, pero luego fueron sacados a la fuerza por foráneos; porque el negro le ha gustado vivir a la orilla de las aguas, porque en la época de la independencia el indio corrió a la serranía, el blanco a la sabana y el negro se ubicó en la orilla de ríos y mares.

El calentamiento global viene por nosotros mismos, eso es muy cierto; pero en el Patía sucede que quienes nos quitaron nuestras tierras, nos llenaron de ganado y candela. Le estamos pidiendo al gobierno que nos compre esa tierra y nos las devuelva, pero Incoder dice que esa tierra no sirve; pero allá hay algo de mucho más valor que es el agua, que es la vida misma de nuestros animales, de la tierra y de nosotros mismos.

En el año hay un solo plenilunio, sol de plenitud, en cambio en el territorio del Patía se pueden dar cientos de esos soles al año

Esa es la ventaja que tiene el Patía, el otro tema que tiene el Patía por los cerros tutelares entre Lerma y Manzanillo que es especial: eso hace que los vientos tomen una dirección, tanto el viento caliente que sube y el viento frío que baja, entonces eso le da una característica especial al clima del Valle del Patía. El Patía tiene unas características que son únicas en el planeta. El tema del clima, de la temperatura, del sol.

Los empresarios del turismo dicen que la hidroeléctrica fortalece la empresa del turismo acuático del río, y junto al tema del río como se va fortaleciendo el tema hotelero, ya hay varias propuestas que están armadas, como fortalecer el tema de transporte, el tema de pavimentación de las vías. ¿Entonces como empezamos a generar empresa con los mismos patianos? Estamos viendo con la gente del Estrecho, los negocios aún están en manos de negros, cómo los negros van haciendo empresa desde su finca.

El Ministerio nos dice que ustedes son los que se oponen a la hidroeléctrica. Acá en el Patía no tenemos los profesionales que va a necesitar Gran Tierra Energy; tendríamos los obreros rasos, pero no los profesionales expertos en sísmica, ni en petróleo, no los hay: habría una demanda de servicios temporales, alimentación transporte, hospedaje.

Algunos tienen la expectativa de que van a pasar por la finca y que le van a dar plata, mucha plata; pero no se hagan esa perspectiva: si le dañan un árbol le tasan ese árbol, si le dañan el pasto no le van avaluar una hectárea de pasto, sino la línea por donde pasa. He visto muy pocos en contra, porque han ido a pedir a Gran Tierra Energy  y Gran Tierra no les ha dado plata por debajo de la mesa; ese es un grupo pequeño que tiene mucha habilidad para envolver a otra gente.

Aquí hay mucha gente que le está haciendo resistencia a la hidroeléctrica, pero pensando más en el concepto del Valle del Patía; porque creen que se van a ver inundados. El Estado no conoce el valor que eso tiene para nosotros, el Estado te dice una hidroeléctrica y el Estado ve plata, el Estado ve el río Patía y te va a decir aquí hay dinero; nosotros vemos el río Patía y lo vemos más romántico, como sitio de encuentro, esa es una mirada diferente. ¿Cómo se negocia eso con el estado? No hay forma de negociarlo. Isagen que está mirando en el río Patía, está mirando una fuente de riqueza; nosotros el río, estamos mirando una fuente de alimentación del corroncho, la mojarra: únicos en el mundo que no los hay en otro lugar, eso Isagen no lo ve.

Hay que llevarlo en la discusión a la mesa; si vos no lo planteas no hay forma de discutirlo; entonces les decimos: señor Estado para nosotros el río es mucho más valioso como está, no como Isagen lo está mirando, como una fuente de generación de plata. Eso hay que discutirlo, pero como decía Aristarco: no es llevar un machete a donde viene el Ministerio del Interior e Isagen y mostrar un machete y decir que el machete es el símbolo de resistencia de los negros, pero no tenés otro argumento. El Estado que te dice: vos sos un terrorista y te judicializa y no hay forma de negociar.

Nosotros no necesitamos de eso, nosotros necesitamos es pancoger y no queremos que nuestros hijos se nos vayan para otros departamentos o para otros países, porque nosotros los necesitamos políticamente y para compartir. Nuestros ancestros que están sepultados, nosotros los adoramos casi como un Dios y quedarían sepultados y las aguas que tenemos que es la vida de nosotros y de todos, hasta de la misma tierra que la produce se acabaría con la sísmica. Entonces nosotros, yo por lo menos, yo quiero dejarle a mis nietos y amigos este territorio sano.

Un proyecto de esos me va a quitar mi trabajadero, mi tierra. ¿Para dónde me voy? Entonces es lógico el temor que hay; la única forma de saber si van a ser afectados, les digo: participen del estudio, con el estudio ganamos todos. Nosotros estamos protestando con muchos líderes y nos tienen entre la espada y la pared, porque nosotros estamos gritando al mundo que no se puede hacer, porque nosotros hemos vivido sin petróleo, sin atranco del río Patía y hemos vivido con puertas abiertas y todo eso nos afecta; si hacen eso no podemos dormir, en el Patía no se puede dormir con las puertas abiertas, como están viviendo y en todas las partes de pueblitos de la región.

Si yo participara del estudio, tendríamos un activo que no lo tenemos en este momento, no hay una línea base que diga cuántas quebradas hay al 2015, cuántas cuencas por desaparecer, cuántas plantas, qué tipo de árboles tenemos, no los hay. Hay dos cosas que se han planteado en el plan de vida: una es la forma de resistencia, cómo creamos empresa, el tema de energía está planteado y esta zona se da para energía eólica, energías solares y están contempladas con propuestas que han salido; la hidroeléctrica produce energía, pero no es para nosotros y esa la van a vender. La alternativa que tenemos nosotros es el viento y el sol que son energías más limpias que la hidroeléctrica. La única forma de detener estos proyectos es generar riqueza.

Los políticos dicen: el Patía no tiene qué ofrecerle al país; en la época del ganado salía mucha carne para el resto del país, hoy nos toca traer carne; por eso dicen los políticos no vamos a invertir en el Patía. Entonces decimos: deje quieto nuestro petróleo, nuestro río, váyanse. En el plan de vida, una forma de hacer resistencia es eso: que tú tengas tu empresa, que tengas algo que defender, algo por qué luchar en tu territorio. Eso está plasmado en el plan de vida en lo económico, dice: “si tú tienes algo que defender, tu lucha es por tu territorio”.

Y de las nuevas generaciones: ese divorcio que hay entre la juventud del campo y la tierra, el mismo Estado es quien la propicia; pues, si hubieran unas políticas claras, donde el mercado campesino sembrara, hubiera mercado, centros de acopio, la gente no arrancaba para la ciudad.

Sí, un Estado jalona todos sus integrantes hacia la ciudad, a los centros poblados, le construye la casa, pero no se dan cuenta que este no vive del viento; es decir, están generando más problema social en las ciudades, una cosa aterradora. El Estado debería de cortar con esta tendencia y proponer esas políticas agresivas, pero hacia el campo; donde se formen ciudadelas, pueblos pequeños, con buenos colegios bien dotados, buenas cooperativas y fuentes de ingreso, porque el campesino se puede quedar en el campo produciendo.

Nosotros no queremos mina, lo que queremos es vida porque la vida se la da el mismo hombre y la vida sirve para muchas cosas. Un hombre vivo hace mundo y a ese mundo lo necesita otro mundo porque cada cabeza del hombre es un mundo; lo que está haciendo el gobierno es sacarnos de nuestro territorio que nuestros antepasados con mucho esfuerzo hicieron, esas tierras no ha sido un regalo del Estado y ahora están diciendo sacar petróleo trancando el río Patía y eso es grave, por eso muchos líderes estamos protestando y nos tienen entre la espada y la pared, porque le estamos gritando al mundo que no se puede hacer, nosotros hemos vivido sin petróleo, sin trancar el rio Patía, sin hidroeléctrica y hemos vivido con puertas abiertas y todo eso nos afecta. Si hacen esto en Patía no se podría dormir y en todos los pueblitos tampoco porque entrarían foráneos a contaminarnos con unas prácticas y costumbre nocivas para nosotros.

Por otro lado, la fumiga está acabando con las plantas, los ríos, los animales, las enfermedades que están viniendo son producto de la fumigación; también la vacuna del ganado, están vacunando frecuentemente al ganado, vacunan al ganado hoy y a los ocho días se está muriendo y estas son las carnes que estamos consumiendo.

No solamente la carne, también la leche. Las grandes minas nos han desterrado de nuestros territorios porque estas minas de oro nos servían como microempresa para algunas personas que no tienen como sostenerse: si no tenían como trabajar se iban con la bateíta y esto le servía para la manutención. El Estado mismo se ha encargado de una grande violación de nuestros sustentos, para algunas personas que no tienen para sobrevivir. Tenemos que prepararnos para que la minería no pase por encima de la dignidad del patiano.

De aquí nos hemos ido con plata nuestra afortunadamente abajo a la Hoz de Minamá, que hay un muro construido que tiene aproximadamente 12 metros de ancho ese muro tiene más o menos de 47 a 50 años ya hay un muro de 1967 – 1970 de hecho para represar el Patía, y nosotros acá peleándonos y ya está el muro construido. Queremos ir nuevamente a la Hoz de Minamá y fotografiarla antes de que construyan la represa porque ya hay un muro construido y significa mucho.

En 1991, recuerdo que se reunió Gaviria, yo estaba trabajando en Planeación Nacional, en 1991 y volvieron a retomar los proyectos hidroeléctricos incluido el de Patía; yo vine acá y lo socializamos todavía no estaba Corpoafro pero lo socializamos va a pasar esto en El Patía van a retomar el proyecto.

Hay otra cosa que no es de hierro, no es el oro, ni siquiera el Petróleo que al gobierno le interesa… Nosotros nos oponemos a la exploración de hidrocarburos en la zona, proponemos otros medios más técnicos para hacer los estudios, sabemos que tarde o temprano vendrán por estas riquezas, pero debemos estar preparados para la resistencia, para negociar con altura.


[1] Rosita Ramírez. Lideresa y médica tradicional de la comunidad afropatiana.

[2] Nuestra resistencia no solo ha realizado en la medicina y en nuestra cultura, también tenemos valores y de pronto, un cambio social como ha sido la historia de los Patía desde cuando tomaron a Rojas Pinilla preso, en el Cerro el Águila, cuando Laureano Gómez tenía azotado el pueblo con el partido liberal. Ahí nace una guerrilla en Boyacá llamados los Cáucaso con patianos que se toman el batallón Bombona de Puerto Berrío-Antioquia y toman preso a Rojas Pinilla y le dicen: si no da golpe de Estado al país en otro combate que tengamos lo matamos, entonces es cuando Laureano Gómez viaja a EEUU y Darío Echandía queda en la presidencia y Rojas Pinilla le da golpe de Estado y lo primero que hace es llamar a la guerrilla a convenio. Porque en Colombia ha habido ochenta procesos de paz y de estos solo ha habido un proceso, uno de los comandantes se llamó Ramón Vaca Rodríguez del Patía, pajarito, mano grande, perra flaca, todos de Patía y es historia que está en el mundo que fueron los que se tomaron la base aérea de Puerto Berrío; también que el primer sacrificado del puente del humilladero en Popayán fue un patiano que perdió la guerra y le cortaron la cabeza y por eso lo llaman así.

[3] Cuando llega aquí don Tomas Olano y el general Murillo, al negro lo sometieron, los trajeron de la finca Venecia, San Julián y japio de las abuelitas de Santander, donde fue el primer estanco del departamento del Cauca. Allí llegaron todos los negros y posiblemente los cimarrones. Hay dos clases de cimarrón, porque el cimarrón del norte no peleo, el huyó a: Timba, Suárez, San Jacinto, Guachene, Morrocó, La Cabañita, El Hoyo, El Crucero, Sabaneta, Puerto Tejada, Padilla, Tierra Dura, Santana, Ortigal, El Cadillal y los últimos negros fueron a parar a Candelaria.

[4] Don Ítalo Barrientos, médico tradicional de Lomitas, Balboa-Patía.

[5] Edulina Caicedo Meneses (corregimiento de La Fonda-Patía). Lideresa y médica tradicional de la comunidad afropatiana.